Baja reserva ovárica ¿qué es?

Baja reserva ovarica

¿A qué se llamamos reserva ovárica?

La reserva ovárica se refiere al número de óvulos que tiene una mujer. Al nacer, ya tenemos con una cantidad fija y limitada de ovocitos. A diferencia de los hombres, cuyos espermatozoides se regeneran constantemente a lo largo de los años, el número de óvulos en las mujeres va disminuyendo progresivamente con el tiempo. Esta pérdida natural de óvulos ocurre a través de los ciclos menstruales y se suma al proceso de envejecimiento ovárico. Esto significa que la cantidad de óvulos disponibles para la fecundación se va agotando y van perdiendo calidad a medida que una mujer envejece. Por ello, la edad se convierte en un factor importante a considerar cuando se trata de la fertilidad femenina.

Entender qué es la reserva ovárica es importante para tomar decisiones sobre la planificación familiar y las opciones reproductivas.

NIveles de reserva ovárica

¿Cómo saber cuál es mi reserva ovárica?

La cantidad de ovocitos con la que una mujer nace varía de una persona a otra, pero en general, se estima que una niña puede nacer con aproximadamente entre 1 y 2 millones de ovocitos. Al llegar a la pubertad, esta reserva ovárica se sitúa entre los 300.000 y los 500.000 ovocitos. A partir de ese momento, el proceso de maduración del óvulo que tiene lugar en cada ciclo menstrual se inicia y tras la ovulación la mujer aporta su gameto y el resto de los óvulos de ese mes los desecha es por ello por lo que la cantidad de ovocitos disminuye con los meses es decir con la edad. Aproximadamente a los 35 años, el descenso se acelera, y a medida que una mujer se acerca a la menopausia, generalmente alrededor de los 45 a 55 años, la reserva ovárica se habrá agotado casi por completo.

Para determinar vuestra reserva ovárica y conocer la cantidad y calidad de vuestros óvulos, existen diversas pruebas y evaluaciones, que deberá realizar siempre un profesional médico.

pruebas diagnóstica para dterminar la reserva ovárica

Análisis de hormonas

A través de un análisis de sangre podemos medir los niveles de hormonas reproductivas clave, como la hormona estimulante del folículo (FSH) y la hormona antimulleriana (AMH). Estas hormonas son indicadores importantes de la cantidad y calidad de los óvulos.

Ecografía transvaginal

A través de una ecografía transvaginal, se puede evaluar el tamaño y el aspecto de los ovarios, así como contar el número de folículos antrales (pequeños sacos que contienen óvulos en desarrollo). Cuantos más folículos antrales haya, mayor será la reserva ovárica.

Historial del ciclo menstrual

Es importante conocer el patrón y la regularidad de los ciclos menstruales. Esto puede dar algunas pistas sobre la reserva ovárica. Los ciclos regulares son una buena señal sobre la existencia de una reserva ovárica adecuada, pero no es un factor determinante.

Hay que tener en cuenta que, aunque todas estas pruebas pueden brindar información valiosa sobre la reserva ovárica, ninguna es completamente predictiva o definitiva. La evaluación de la reserva ovárica es algo que debe valorarse atendiendo a diversos condicionantes, por lo que es fundamental consultar con un especialista en fertilidad o ginecólogo. Ellos podrán estudiar vuestra situación individual y brindaros el asesoramiento adecuado según vuestras necesidades.

¿Qué reserva ovárica se considera normal?

Los valores de referencia para considerar una reserva ovárica normal son complejos de establecer, debido a los múltiples factores que la condicionan. Pero, sí que existen ciertos parámetros que se utilizan como guía para hacer una estimación aproximada de la reserva ovárica.

Las analíticas de las hormonas FSH y AMH, son las más utilizadas para evaluar la reserva ovárica. Los rangos normales pueden variar según el laboratorio y la técnica, en líneas generales podemos establecer algunos valores de referencia:

  • FSH: en el tercer día del ciclo menstrual, los niveles normales deben estar por debajo de 10 mIU/mL. Niveles muy altos pueden indicar disminución de la reserva ovárica y función ovárica reducida.
  • AMH: Los niveles normales suelen estar entre 1.0 y 4.0 ng/mL. Una mayor concentración de AMH indica mayor reserva ovárica.
    Es importante tener en cuenta que estos valores son solo referencias generales y que cada mujer es única. Algunas mujeres pueden tener una reserva ovárica adecuada incluso con valores ligeramente fuera de los rangos normales, mientras que otras pueden tener dificultades para concebir incluso con valores dentro de los rangos normales. Además, estos valores pueden cambiar con la edad. Por todo ello, siempre hay que ponerse en manos de un especialista para que pueda interpretar los datos de forma adecuada.

Evolución d ela reserva ovárica

¿Cuál es el principal factor para tener baja reserva ovárica?

Es la edad.

Ya sabemos que las mujeres nacen con un número limitado de óvulos que se va reduciendo progresivamente con el tiempo hasta agotarse por completo. Además, existen diversas circunstancias que pueden acelerar la reducción del número de ovocitos: la quimio o radioterapia, la cirugía ovárica, la endometriosis o enfermedades autoinmunes, antecedentes familiares de menopausia precoz o enfermedades genéticas que afecten al funcionamiento del ovario. Sin embrago, en algunos casos no hay una causa conocida.

La prevención de las consecuencias de la baja reserva ovárica pasa fundamentalmente por intentar el embarazo a edades más tempranas. Desde hace ya bastantes años, los estudios del Instituto Nacional de Estadística reflejan que las mujeres españolas tienen su primer hijo cada vez a una edad más avanzada.

Para que os hagáis una idea, la probabilidad de gestación de forma natural en un mes a los 30 años es del 23% aproximadamente, a los 40 es alrededor del 6-7% y por encima de los 42 es de un 2-3%.

Por ello, es importante que las mujeres estén informadas sobre su reserva ovárica y consideren la posibilidad de buscar el embarazo en edades más tempranas o incluso congelar óvulos para utilizarlos en el futuro.

¿Cómo puedo quedarme embarazada con baja reserva ovárica?

Tener baja reserva ovárica puede dificultar en algunos casos el embarazo de manera natural. Pero, hoy en día, existen opciones y tratamiento que pueden ayudar a muchas mujeres a conseguir una gestación aun teniendo una reserva ovárica baja.

Lo primero y más importante es buscar la asesoría de un especialista en fertilidad. El objetivo es hacer una evaluación de la reserva ovárica y orientaros sobre las opciones disponibles según cada caso:

Fecundación in vitro

La Fecundación in vitro (FIV) es una técnica de reproducción asistida en la que se estimulan tus ovarios para obtener múltiples óvulos maduros, que luego se fecundan con los espermatozoides en el laboratorio. Los embriones resultantes se transfieren directamente al útero materno.

Ovodonación

La ovodonación o fecundación in vitro con óvulos de donante, es un tratamiento para considerar cuando la reserva ovárica es muy baja y los óvulos no son viables. Se trata de una técnica en la que se utilizan óvulos de una donante para realizar el proceso de FIV.

Preservación de la fertilidad

Si se desea aplazar la maternidad, una alternativa es la criopreservación de óvulos. Esto va a permitir preservar óvulos de buena calidad, en su estado actual, para usarlos en el futuro cuando se desee concebir.

En cualquier caso, un especialista os puede guiar y asesorar sobre qué hacer si tenéis una reserva ovárica baja y explicaros cualquier pregunta relacionada con vuestra fertilidad y las opciones de tratamientos que hay disponibles. Consulta los tratamientos de fertilidad.

¿Cómo puedo aumentar la reserva ovárica de forma natural?

El descenso de la reserva ovárica es un proceso natural. Y, hoy en día, es un desafío para la ciencia frenar el envejecimiento ovárico y la pérdida de la reserva de ovocitos. Actualmente, se trabaja en diferentes tratamientos que puedan revertir este proceso. Sin embargo, hay algunas prácticas que pueden ayudar a mantener una buena salud reproductiva y optimizar el potencial de los óvulos disponibles, lo que siempre va a ser positivo de cara a conseguir un embarazo en el futuro.

  • Mantener un estilo de vida saludable. Es importante tener dieta equilibrada, rica en vitaminas y minerales esenciales, incorporar alimentos ricos en antioxidantes como frutas y verduras o limita el consumo de alcohol, cafeína y alimentos procesados. Además, mantener un peso corporal saludable puede ser beneficioso para la salud reproductiva, en general.
  • Realizar ejercicio moderado. Mantener cualquier actividad física de forma regular puede ser positivo para la salud en general, incluida la reproductiva.
  • Evitar el tabaco y otros tóxicos. El hábito de fumar y la exposición al humo del tabaco se han relacionado con la disminución de la fertilidad.
  • Controlar el estrés. La ansiedad y el estrés también pueden afectar a la salud reproductiva. Por ello, es aconsejable buscar actividades para gestionarlo como la meditación, el yoga o actividades relajantes.

Recuerda que, aunque estas prácticas pueden promover la salud reproductiva general, la reserva ovárica es principalmente determinada por factores genéticos y el envejecimiento natural. Hay que recordar, además, que cada caso es único y lo que funciona en unas personas puede no funcionar en otras.

Si necesitáis asesoramiento o una consulta con el especialista estaremos encantados de ayudaros.

 

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