La menopausia precoz o fallo ovárico temprano es una de las peores cosas que le puede ocurrir a una mujer que quiere tener hijos. Normalmente se diagnostica cuando una mujer no tiene el periodo durante al menos un año, y presenta las hormonas FSH y LH aumentadas.
Por regla general, la menopausia comienza alrededor de los 50 años pero en aproximadamente en el 1% de las mujeres ocurre antes de los 40. El primer aviso de que nos encontramos ante un fallo ovárico precoz es la irregularidad de las reglas, que puede alargarse durante meses, para finalmente desaparecer. El ovario deja de producir estrógenos, no ovula y la mujer deja de ser fértil.
¿Cuáles son las causas de la menopausia precoz?
Las causas de este proceso no están claras, puede ser provocada por anomalías genéticas, enfermedad autoinmune, exposición a productos químicos que afectan al equilibrio hormonal… Y, por supuesto, también puede ser producida por el efecto de la quimio o radioterapia en el tejido germinal o por extirpación de los ovarios. Lo que sí parece claro es que hay una predisposición hereditaria. Aproximadamente en el 15% de mujeres que experimentan esta patología hay una historia familiar previa de fallo ovárico precoz.
¿Y los síntomas?
La menopausia precoz presenta los mismos síntomas que la convencional, pero en general de forma más intensa. Pueden aparecer sofocos, sudoración nocturna, arritmias, sequedad vaginal, irritabilidad, cambio en la distribución de la grasa e insomnio. Aunque el síntoma más preocupante para una mujer joven que desea ser madre es la retirada de la menstruación y la imposibilidad de quedarse embarazada. Ya que no se producen óvulos maduros, y descienden los niveles de estrógenos, lo que se asocia a la osteoporosis y enfermedades cardiovasculares. Aunque muchos de estos síntomas se pueden tratar con la dieta, el cambio de estilo de vida y la terapia hormonal, no hay forma de revertir el proceso.
¿Es posible la maternidad?
Para las mujeres que ya padecen de menopausia precoz, la única opción, por el momento, para ser madres es la donación de óvulos.
Existe un tratamiento experimental que consiste en extirpar los ovarios de las mujeres perimenopáusicas e inactivar unas proteínas que mantienen el ovario bloqueado. Posteriormente se trasplantan secciones del ovario cerca de las trompas de Falopio. En el año 2013, se publicaron los primeros resultados con esta técnica, que aunque eran pobres, abrían una puerta a la esperanza de estas mujeres.
El tratamiento preventivo más eficaz sería la vitrificación de óvulos antes de que aparezcan los síntomas de la menopausia. Como hemos mencionado anteriormente, existe una predisposición familiar, por lo que las mujeres en las que se ha presentado esta patología en su familia podrían tener en cuenta esta opción, y por supuesto las que van a recibir un tratamiento muy agresivo, como la quimio o radioterapia.