La multinucleación es un término complejo, pero muy interesante en el estudio del desarrollo embrionario. Como hemos comentado en otras ocasiones, una de las principales tareas de los embriólogos es el cuidado de vuestros embriones. Este control diario consiste en observar su evolución, para ver si es correcta o no, ellos mismos nos dan una serie de “pistas” que nos ayudan a valorar su desarrollo. Aun siendo tan diminutos (más pequeños que la cabeza de un alfiler), tienen ya tareas complejas que llevar a cabo (división celular, diferenciación celular…) y es por eso que hay veces que no son capaces de superar esa carrera de obstáculos que implica este camino.
Las pistas de las que hablábamos son una serie de parámetros que nos indican cómo va su evolución morfológicamente hablando. La valoración de estas características morfológicas nos permite decidir qué embrión resulta más adecuado a la hora de realizar la transferencia o vitrificación del mismo. Algunos de estos criterios analizados día a día son el número de células, la simetría entre ellas, la fragmentación, la multinucleación…
En este post, nos gustaría centrarnos un poco más en esta última, la “multinucleación”, quizás un poco más desconocida para la gran mayoría.
Una célula cromosómicamente normal tiene que tener un sólo núcleo. Muchas (aunque no todas) de las cromosómicamente anormales, contienen dos o más núcleos cada una. A esta presencia de dos o más núcleos en una o más células del embrión, se le denomina multinucleación. Es considerada como un criterio de mal pronóstico reproductivo porque está relacionada con una lenta capacidad de desarrollo o incluso el bloqueo del propio embrión.
Figura A y B:
embriones con células multinucleadas.
Posibles factores que influyen en la aparición de la multinucleación:
- Estimulación ovárica
- Maduración incompleta de los ovocitos
- Condiciones de cultivo
- Coexistencia celular con fragmentos
- Pronúcleos asimétricos y separados
Consecuencias de la multinucleación
- Patrón de división erróneo
- Anomalías cromosómicas
- Viabilidad de embriones y su capacidad de implantación
No obstante, hay nacimientos de transferencias de embriones multinucleados, y por ello se empezó a analizar por qué esta característica no era del todo determinante.
Este año se ha presentado en el “Congreso de la Sociedad Europea de Reproducción Asistida (ESHRE)” una revisión sobre ello. Debido a la situación actual, no se ha podido celebrar de forma presencial como estamos acostumbrados, pero por suerte hemos vuelto a ser invitados a seguirlo de forma online. Y gracias a ello, podemos profundizar un poco más en este tema.
Basándonos en el estudio actual de Munuera Puigvert denominado “Los embriones que no contienen células multinucleadas durante la formación del blastocisto aumentan su potencial reproductivo”, los embriones pueden llegar a ser capaces de excluir las células multinucleadas. Es decir, poseen mecanismos de autocorrección mientras se encuentran en división.
Los resultados demuestran que las células multinucleadas quedan paradas en su desarrollo y su expresión genética queda bloqueada, a diferencia del resto de células normales del embrión. De esta manera, las células que contienen anomalías cromosómicas se autoexcluyen de la participación del desarrollo embrionario y desaparecen, lo que deja a las células sanas seguir adelante y dar como resultado un embrión normal libre de anomalías.
A la vista de estas evidencias se podría concluir por tanto que “la multinucleación es una expresión morfológica de este proceso de autodestrucción celular selectiva”.
Aun así, queda mucho por estudiar y contrastar, y es por eso que nuestro equipo sigue intentando en los tratamientos de Fecundación in vitro no elegir embriones con células multinucleadas como primera opción para transferir o vitrificar. Nos decantaremos, siempre que se pueda, por escoger como candidato al que se acerque a ser el “embrión de libro” y confiaremos en él por haber sido capaz de llevar el mejor desarrollo posible.