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TogglePara muchas personas, el deseo de formar una familia es uno de los proyectos más importantes de su vida. Sin embargo, al comenzar el camino hacia la maternidad y la paternidad, algunas se encuentran con la difícil experiencia de un aborto espontáneo. Este evento, aunque doloroso, es más común de lo que se suele creer, y muchas veces llega a ser percibido como un “fracaso personal”. En Next Fertility, queremos acompañarte a entender que experimentar un aborto no te hace diferente ni menos capaz de alcanzar el sueño de ser madre o padre.
Más del 15% de los embarazos terminan en un aborto espontáneo en sus primeras semanas, muchas veces sin una causa específica ni un motivo que los médicos puedan identificar. Normalizar la experiencia del aborto es esencial para que quienes lo vivan comprendan que no están solos y que, en muchos casos, es solo una etapa en el proceso reproductivo.
Sin embargo, cuando los abortos se vuelven repetitivos, es decir, cuando se experimentan dos o más pérdidas consecutivas, es normal que surjan preguntas y preocupaciones. ¿Es algo que debería preocuparme? ¿Debería buscar ayuda? ¿Hay algo que puedo hacer?
¿Qué es un aborto espontáneo y por qué ocurre?
El aborto espontáneo es la pérdida del embarazo antes de la semana 20 de gestación. Esta experiencia es más común de lo que muchos creen, ya que ocurre en aproximadamente el 15% al 20% de los embarazos, especialmente en las primeras semanas. Aunque el dolor emocional puede ser profundo, es importante entender que la mayoría de los abortos espontáneos suceden por razones fuera del control de la persona gestante y no siempre son señal de un problema de fertilidad.
¿Por qué puede ser “normal” un aborto?
Es importante comprender que el cuerpo humano tiene mecanismos naturales que pueden terminar un embarazo cuando el embrión no se desarrolla adecuadamente. Esto puede ser una respuesta biológica a factores que podrían afectar la salud futura del feto. En la mayoría de estos casos, la pérdida ocurre en las primeras semanas, y puede deberse a razones aleatorias como anomalías genéticas en el embrión que el cuerpo detecta tempranamente.
Principales causas del aborto espontáneo
La mayoría de los abortos espontáneos se deben a factores naturales que afectan al embrión en sus primeras etapas de desarrollo. Entre las causas más comunes encontramos:
Anomalías genéticas
A menudo, el aborto espontáneo es causado por alteraciones cromosómicas que impiden el desarrollo saludable del embrión. En estos casos, el organismo actúa de manera natural para evitar un embarazo que no se desarrollará adecuadamente.
Problemas hormonales
La falta de ciertas hormonas, como la progesterona, puede afectar la capacidad del embrión para implantarse correctamente en el útero y desarrollarse en las primeras semanas.
Condiciones de salud de la madre
Enfermedades crónicas como diabetes mal controlada, problemas de tiroides o trastornos inmunológicos pueden aumentar el riesgo de aborto.
Factores uterinos
Algunas malformaciones en el útero o problemas como el síndrome de Asherman (adhesiones intrauterinas) pueden interferir en la implantación y el desarrollo del embrión.
Factores externos
La exposición a ciertos medicamentos, infecciones graves o el consumo de sustancias como alcohol y tabaco pueden elevar el riesgo de aborto espontáneo.
Entender estas causas puede ayudar a quienes han vivido un aborto a encontrar alivio y a comprender que, en la mayoría de los casos, no es el resultado de algo que hicieron o dejaron de hacer.
Aborto de Repetición: ¿Cuándo Debería Preocuparme?
Aunque tener un aborto espontáneo puede considerarse parte de la experiencia reproductiva de muchas personas, cuando se presentan abortos recurrentes, es decir, dos o más abortos consecutivos, es natural preguntarse si existe alguna causa subyacente. En estos casos, es recomendable acudir a una clínica especializada en fertilidad para recibir una evaluación completa y entender qué puede estar causando las pérdidas.
¿Qué es un aborto recurrente?
El aborto recurrente se define como la pérdida consecutiva de dos o más embarazos antes de las 20 semanas. Esta situación afecta aproximadamente al 1% de las personas en edad reproductiva y suele estar asociada con factores médicos que pueden, en muchos casos, ser identificados y tratados para lograr un embarazo exitoso en el futuro.
Posibles causas del aborto de repetición
A continuación, se mencionan algunas de las causas más comunes que pueden influir en los abortos recurrentes:
Factores genéticos
Alteraciones genéticas en uno o ambos miembros de la pareja pueden causar problemas en el desarrollo del embrión, lo cual lleva a una pérdida recurrente del embarazo.
Problemas inmunológicos
Algunos trastornos inmunológicos pueden causar que el cuerpo de la madre rechace el embrión como si fuera un cuerpo extraño, dificultando su desarrollo.
Anomalías uterinas
Malformaciones en el útero, como un tabique uterino o fibromas, pueden dificultar la implantación adecuada del embrión y su desarrollo.
Desequilibrio hormonal
Ciertas condiciones hormonales, como el síndrome de ovario poliquístico o deficiencias en la progesterona, pueden afectar la capacidad del embrión para mantenerse implantado.
Condiciones médicas
Enfermedades como el lupus, problemas de coagulación o una tiroides hiperactiva pueden incrementar el riesgo de abortos recurrentes.
Recuperación física y emocional
A nivel físico, el cuerpo suele recuperarse rápidamente después de un aborto espontáneo, especialmente cuando ocurre en las primeras semanas de embarazo. Sin embargo, la recuperación emocional puede tomar más tiempo, y es fundamental contar con apoyo para procesar la experiencia. Hablar con otras personas que hayan pasado por lo mismo, así como buscar asesoramiento médico y emocional, puede ser de gran ayuda.
Por lo tanto, si has pasado por un aborto único, es importante recordar que no estás sola y que en la mayoría de los casos no representa un impedimento para futuros embarazos. Si el aborto ha ocurrido más de una vez, puede ser momento de explorar más a fondo la situación, algo que abordaremos en la siguiente sección.