Enfrentarse a la infertilidad
En una pareja donde prevalece el amor, respeto, unión, confianza,… la llegada de un hijo es como poner la guinda al pastel. Pero, ¿qué pasa cuándo ese hijo no llega? Es posible que la pareja se resienta. y es que no es fácil aceptar la infertilidad. Para afrontar este problema en equipo, la pareja debe echar mano, continuamente, a la comunicación, ésta será nuestra mejor aliada y más en estos momentos.
Recibir la noticia de que hay problemas de fertilidad, provocará en la pareja ansiedad, rabia, frustración, tristeza y culpabilidad. Es un gran obstáculo que deben afrontar las parejas, el cual si es superado, éstas saldrán fortalecidas aún más.Ante este problema, las parejas adoptan cambios en su comportamiento como son el aislamiento social, o bien tener como tema principal de conversación “su problema”, incluso pueden aparecer problemas en las relaciones sexuales.
Llegado a este punto, sería aconsejable acudir a terapia. De este modo nos ayudarán a enfocar el problema desde otra perspectiva y lo que es más importante, afrontarlo como un equipo, desde la unión (la unión hace la fuerza). Para eso, la pareja se debe comunicar, expresando cada uno sus emociones y pensamientos y, muy importante, saber cómo se siente el otro. Muchas parejas caen en el error de reprimir sus sentimientos para así proteger a la pareja, o no hacerla sentir mal. Sin embargo, hablar de nuestras emociones nos ayudará a comprender y entender la actitud de nuestra pareja, es muy importante saber y poder empatizar. Resolverá muchos “por qué”. El ser humano necesita el por qué de cada situación, los motivos por los que nos ocurre cada acontecimiento. Sin embargo, en muchas ocasiones no obtenemos respuesta inmediatamente, puede ser porque en ese momento no las haya, pero sin duda alguna, las obtendremos pasado el tiempo. Mediante la comunicación en pareja, conseguiremos adelantar algunas de esas respuestas que tanto necesitamos.
Gestión emocional
Otro aspecto que nos ayudará a aceptar la infertilidad y gestionarla de la mejor manera posible es evitar colocar el problema en el eje principal de la pareja y/o en nuestra vida diaria y realizar cosas nuevas o volver hacer cosas que nos gustan y que hemos dejado de hacer y que no tienen nada que ver con la paternidad. Por ejemplo: Hacer una escapada romántica, pasear, practicar deporte, etc. Ahora bien, sin hablar de “el problema”, sino de todo aquello que nos une y nos hace una pareja especial o, simplemente, permitiéndonos disfrutar de esas actividades y/o dejándonos llevar. Es decir, debemos tener comunicación con respecto a nuestras emociones, de una forma cuidada, acordando, por ejemplo, un momento para hablar de ello, para no hacer de la infertilidad nuestro tema único y/o principal.
Actitud a tomar
Ante toda esta situación, al mismo tiempo, nos debemos permitir tener días tristes, o días que nos sintamos enfadados. Nunca debemos sentirnos culpables o responsables de la situación, esta es una de las claves para aceptar la infertilidad. Debemos plantear cada problema o cada logro como algo común de la pareja y afrontarlo o disfrutarlo, igualmente en pareja. Todo lo que pase es de los dos.
Todas las emociones son necesarias, tanto las positivas como las negativas. Solo debemos saber gestionarlas, porque ambas en exceso nos pueden hacer daño. Son importantes, porque nos ayudan a saber lo que queremos y lo que no y en función de eso ir tomando decisiones a lo largo de nuestra vida. Las negativas, evidentemente, no son agradables, pero debemos también aprender de ellas. Una vez que aparecen, debemos aprender a ser fuertes ante esa situación y, rápidamente, hacer que desaparezcan. Solo así conseguiremos avanzar y superar nuestros obstáculos, tanto personales como en pareja.
Dato de Interés
Mujeres con un alto nivel de estrés podrían ovular hasta un 20% menos. Además, la posibilidad de que sus óvulos sean fecundados también disminuiría en un 30% (vía infosalus.com).
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