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ToggleLa hormona antimülleriana (AMH) tiene una función diferente en el embrión masculino y femenino. En el masculino, es producida por las células de Sertoli con el fin de impedir que los conductos de Müller se conviertan en parte del aparato genital femenino. Y, en el femenino es secretada en el ovario por las células de la granulosa, las que rodean al óvulo, de los folículos primarios.
En los últimos años, la hormona antimülleriana ha adquirido un papel muy importante para evaluar la función del ovario. Y, en especial, ofrece información sobre la reserva ovárica. Nos indica la cantidad de óvulos que le quedan a la mujer y su calidad. En otras palabras, los niveles de esta hormona sirven a los ginecólogos para tener una idea aproximada de cuantos ovocitos “buenos” tienen los ovarios de una mujer. De esta manera, podrán orientarla sobre sus opciones de tratamiento y/o probabilidades de gestación.
La medición de esta hormona la podemos realizar cualquier día del ciclo menstrual. A diferencia de otras hormonas como lo FSH, sus niveles son prácticamente constantes durante todo el ciclo.
¿Qué indica la hormona anti-mülleriana?
La producción de la hormona antimülleriana va disminuyendo de forma progresiva con la edad, y es el primer síntoma de que el ovario está envejeciendo. Al ser producida por las células de la granulosa de los folículos, su medida es directamente proporcional a la cantidad de óvulos que quedan en el ovario. Por eso, a medida que éstos van disminuyendo, también lo hace la hormona anti-mülleriana.
Las alteraciones de otras hormonas, como el estradiol y la FSH, aparecen más tarde, y pueden alterarse en otras situaciones diferentes a la disminución de la reserva ovárica, por lo que son más inespecíficas. En mujeres que han sufrido alguna operación quirúrgica en los ovarios o pasado por radio o quimioterapia, los niveles de AMH ayudan a valorar el daño que han producido estos tratamientos sobre el ovario.
Además de informar del estado del ovario, también puede servir para hacernos una idea de la cantidad de ovocitos que obtendremos en una estimulación ovárica. Con esa información, podemos adecuar la medicación necesaria para estimular los ovarios. En las mujeres con una hormona anti-mülleriana baja, las dosis de hormonas deben ser más elevadas que en aquellas mujeres con niveles altos. Además, nos ayudará a prevenir el síndrome de hiperestimulación ovárica, ya que en las mujeres con niveles más elevados de esta hormona la respuesta del ovario a la estimulación será mayor.
En las mujeres que están pensando en posponer su maternidad, un análisis de la hormona anti-mülleriana dará una idea de si pueden esperar sin comprometer su maternidad futura o si por el contrario deben pensar en adelantarla o en vitrificar ovocitos.
¿Cuáles son los valores normales?
Los valores de normalidad no están muy bien definidos, ya que no es un test que se haya estado utilizando desde hace mucho tiempo. De la literatura científica sobre el tema podemos extraer la siguiente tabla:
En resumen, los niveles en sangre de la hormona anti-mülleriana en una mujer reflejan su reserva ovárica. Por ello, en los últimos años ha alcanzado un papel muy importante en el estudio endocrinológico de la mujer con deseos reproductivos. Su interpretación no debe hacerse de forma aislada, sino en el contexto clínico de la paciente y en conjunto con una ecografía del ovario y de los niveles de FSH sérica.
¿Qué pasa si el nivel de la hormona antimülleriana es baja?
Un nivel de la hormona antimülleriana bajo puede indicar diferentes situaciones:
- Nos indica una reserva ovárica baja, lo que significa que la cantidad de óvulos que quedan en lo ovarios es reducido. Esto puede afectar a la fertilidad de la mujer, disminuyendo así sus probabilidades de concebir de forma natural.
- Puede deberse a problemas en la función ovárica. Esto quiere decir que este bajo nivel de la hormona puede asociarse con una función ovárica deficiente, lo que puede conllevar a ciclos menstruales irregulares o anovulatorios, es decir, sin ovulación.
- Menopausia temprana. Existen situaciones en los que un nivel muy bajo de la hormo antimülleriana indica una menopausia temprana o prematura, lo que puede significar que se deje de menstruar y ovular antes de los 40 años de edad.
- Puede ser debido a enfermedades ováricas. En algunos casos, el bajo nivel de la hormona antimülleriana puede ir asociado a ciertas condiciones médicas que afectan directamente a los ovarios.
Es importante aclarar que el nivel la hormona antimülleriana es únicamente una parte de la evaluación de la fertilidad de una mujer, por lo que no debemos interpretarlo de manera aislada. En el caso de tener dificultades para conseguir el embarazo, lo ideal es consultar con un especialista en fertilidad para una evaluación completa.
¿Qué se puede subir para subir el nivel de la hormona antimülleriana?
La hormona antimülleriana muestra el nivel de la reserva ovárica de una mujer, pero debemos saber que, aunque no es posible aumentar los niveles de AMH, existen medidas que pueden ayudarnos a mejorar nuestra salud reproductiva a niveles generales:
1. Mantener un estilo de vida saludable
Mantener un estilo de vida saludable siguiendo una dieta equilibrada, rica en nutrientes, haciendo ejercicio regularmente, evitando el tabaco, el alcohol y otras sustancias tóxicas puede favorecer la salud reproductiva en general.
2. Tener controles médicos de manera regular
Especialmente cuando se plantea un embarazo, tener controles médicos regularmente puede conseguir identificar posibles problemas de fertilidad a tiempo.
3. Tomar antioxidantes
Existen estudios que sugieren que los antioxidantes pueden ser beneficiosos en la salud ovárica y calidad de los óvulos. Encontramos estos antioxidantes en frutas, verduras y frutos secos como las nueves.
4. Ácido Fólico
El ácido fólico es beneficioso para nuestra salud reproductiva y durante el embarazo. Su consumo puede ayudar a una mejora de la calidad ovárica.
5. Recudir el estrés
Mantener una buena salud mental es igual de importante que mantener una buena salud reproductiva, pues la reducción del estrés mediante técnicas de relajación puede ser muy beneficioso.
6. Congelación de óvulos
Existen tratamientos como la preservación de la fertilidad, que consiste en la congelación de óvulos, y puede ser la mejor opción para anticipar circunstancias que puedan afectar a nuestra fertilidad negativamente, como por ejemplo un tratamiento de quimioterapia.