¿Qué probabilidad hay de quedarse embarazada a la primera?

La probabilidad de quedarse embarazada a la primera es una cuestión que se plantean muchas parejas cuando deciden tener hijos. En líneas generales, se tiende a pensar que será un proceso rápido y sencillo. Pero, no siempre puede ser así, puesto que hay muchos factores que intervienen en el proceso reproductivo y que pueden dificultar la llegada del deseado embarazo incluso en parejas sanas.

Por todo ello, queremos explicar algunos conceptos que pueden ayudaros a entender la complejidad que entraña un embarazo de forma natural y los factores que pueden influir en la fertilidad.

¿Cuánto se tarda en conseguir un embarazo?

Primero de todo hay que aclarar que cada caso es diferente y, como decimos, intervienen muchos factores en el proceso.

La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia en su Guía de asistencia práctica recoge que en condiciones normales, la especie humana tiene alrededor de un 20% de posibilidades de conseguir un embarazo cada mes, con lo cual, al cabo de un año de búsqueda, el 84% de parejas quedan gestantes y a los 2 años el 92%.

Pero la cosa cambia, por ejemplo, cuando tenemos en cuenta el factor edad. Según datos de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), una mujer con 30 años sí que tiene esa probabilidad mensual de gestación del 20%, mientras que a los 40 años esta probabilidad cae por debajo del 5%.

Por tanto, se considera necesaria, en líneas generales, una evaluación para el diagnóstico de la infertilidad cuando una pareja lleva 12 meses manteniendo relaciones sexuales habituales sin protección y no ha logrado el embarazo. En el caso de mujeres de más de 35 años, el tiempo aconsejado de espera es de seis meses manteniendo relaciones frecuentes sin protección.

Con estas cifras por delante, ya vemos que no es tan fácil conseguir un embarazo al primer intento.

Factores que influyen en la probabilidad de quedarse embarazada

Edad de la mujer

La edad es uno de los factores más determinantes en el proceso reproductivo, especialmente en el caso de la mujer. Las mujeres menores de 30 años tienen aproximadamente un 20% de probabilidad de concebir en cada ciclo menstrual. A partir de los 30 años, esta probabilidad comienza a disminuir, y tras los 35 años se reduce de manera más pronunciada.

Esto se debe principalmente a la disminución de la reserva ovárica y a la calidad de los óvulos. A medida que envejecemos, el número de óvulos disponibles para la fertilización disminuye, y los que quedan suelen tener una calidad inferior, lo que puede dificultar la concepción o aumentar el riesgo de complicaciones como abortos espontáneos.

Determinadas enfermedades o trastornos

Ciertas condiciones médicas también pueden afectar la fertilidad y hacer más difícil concebir. Algunas de las más comunes incluyen:

• Síndrome de Ovarios Poliquísticos (SOP): Una alteración hormonal que afecta la ovulación.
• Fallo Ovárico Prematuro (FOP): Una pérdida temprana de la función ovárica antes de los 40 años.
• Hiperprolactinemia: Exceso de prolactina, una hormona que puede inhibir la ovulación.
• Alteraciones tiroideas: Tanto el hipotiroidismo como el hipertiroidismo pueden afectar la regularidad del ciclo menstrual.
• Endometriosis: Una condición donde el tejido endometrial crece fuera del útero, lo que puede causar quistes o adherencias que dificultan el embarazo.

Estilo de vida

Aunque no podemos controlar ciertos factores genéticos o biológicos que aumenten las posbilidades de quedarse embarazada a la primera, el estilo de vida tiene un impacto considerable en la fertilidad. Algunas conductas o hábitos que pueden influir incluyen:

• Obesidad o sobrepeso: El exceso de peso puede afectar el equilibrio hormonal y la ovulación, reduciendo la probabilidad de concebir.
• Consumo de alcohol y tabaco: Estos hábitos están vinculados a una reducción de la fertilidad tanto en hombres como en mujeres. El tabaco, en particular, puede dañar los óvulos y afectar la función reproductiva.
• Carencias nutricionales: Una dieta deficiente en nutrientes esenciales como ácido fólico, hierro o zinc puede interferir en la fertilidad. Mantener una alimentación equilibrada y saludable es fundamental para apoyar un sistema reproductivo en buen funcionamiento.

Estrés

El estrés crónico puede tener un impacto negativo en la fertilidad. La ansiedad y el estrés pueden afectar el equilibrio hormonal y alterar el ciclo menstrual. Además, el estrés puede reducir el deseo sexual, lo que indirectamente puede dificultar los intentos de concepción. Estudios han mostrado que las mujeres con altos niveles de estrés tienen menos probabilidades de concebir.

Frecuencia de las relaciones sexuales

La frecuencia con la que se mantienen relaciones sexuales también juega un papel importante. Aunque puede parecer obvio, tener relaciones sexuales de manera regular aumenta las posibilidades de coincidir con el momento de la ovulación. Las recomendaciones médicas sugieren que las relaciones sexuales frecuentes, en particular durante el período fértil, optimizan las probabilidades de quedarse embarazada.

Exposición a toxinas ambientales

La exposición a ciertos productos químicos y toxinas ambientales puede afectar negativamente la fertilidad. Entre estos se incluyen:

• Pesticidas y herbicidas: Pueden alterar las funciones hormonales.
• Bifenilos policlorados (PCB) y ftalatos: Presentes en algunos plásticos y cosméticos, han sido relacionados con una menor fertilidad en estudios.
• Radiación y contaminantes del aire: La exposición prolongada a niveles altos de radiación o contaminación puede afectar la calidad de los óvulos y el funcionamiento hormonal.

Factor masculino

La fertilidad no depende solo de la mujer. La salud reproductiva del hombre también es crucial. Factores como el bajo recuento de espermatozoides, la mala movilidad espermática o la morfología anormal de los espermatozoides pueden dificultar el embarazo. Al igual que en el caso de la mujer, el estilo de vida, la exposición a toxinas y la edad pueden influir en la calidad del esperma.

¿Cómo puedo aumentar las probabilidades de embarazo?

Control de la ovulación

Conocer el momento de la ovulación es clave para maximizar las posibilidades de concebir. Utilizar un test de ovulación para detectar el aumento de la hormona luteinizante (LH) puede ayudarte a identificar los días más fértiles del ciclo. La ovulación suele ocurrir entre 24 y 36 horas después del aumento de LH, por lo que este es el momento ideal para tener relaciones sexuales.

Además, llevar un registro del ciclo menstrual (ya sea manualmente o con aplicaciones específicas) puede ayudarte a predecir los días de mayor fertilidad. Factores como los cambios en la temperatura basal o en la consistencia del moco cervical también pueden indicar el período ovulatorio.

Mejorar el estilo de vida

Adoptar un estilo de vida saludable es fundamental para mejorar las probabilidades de embarazo. Algunos hábitos recomendados incluyen:

• Ejercicio regular: Mantenerse físicamente activa ayuda a regular las hormonas y mejorar el estado general de salud, aunque el ejercicio excesivo puede tener el efecto contrario, así que es importante encontrar un equilibrio.
• Dieta equilibrada: Incluir alimentos ricos en nutrientes esenciales como ácido fólico, vitamina D, hierro y zinc contribuye a la salud reproductiva. Incorporar grasas saludables y evitar los alimentos ultraprocesados también es recomendable.
• Reducción del estrés: El estrés crónico puede afectar la ovulación y la calidad de los óvulos. Técnicas de manejo del estrés como la meditación, el yoga o la terapia pueden ser útiles.
• Evitar el tabaco y el alcohol: Ambos hábitos afectan negativamente la fertilidad, tanto en mujeres como en hombres. El tabaco puede dañar los óvulos y afectar al endometrio, mientras que el alcohol puede alterar las hormonas involucradas en el ciclo menstrual.

Mantener un peso saludable

Tanto el sobrepeso como el bajo peso pueden afectar negativamente la fertilidad al alterar el equilibrio hormonal. El exceso de grasa corporal puede provocar desequilibrios hormonales que interfieren con la ovulación, mientras que el bajo peso puede suprimir la ovulación por la falta de grasa necesaria para producir hormonas. Mantener un índice de masa corporal (IMC) adecuado puede ayudar a regular los ciclos menstruales y mejorar las probabilidades de concebir.

Mantener una frecuencia regular de relaciones sexuales

Tener relaciones sexuales de manera regular, al menos dos o tres veces por semana, aumenta las probabilidades de quedarse embarazada. Además de los días cercanos a la ovulación, no es necesario limitar las relaciones a ese período exclusivo. Una vida sexual activa puede optimizar las posibilidades de éxito, ya que los espermatozoides pueden sobrevivir dentro del tracto reproductivo femenino durante varios días.

Suplementos y vitaminas

Incluir suplementos específicos como ácido fólico, recomendado para prevenir defectos del tubo neural y mejorar la fertilidad, puede ser beneficioso. Otros nutrientes importantes incluyen la vitamina D, el omega-3, coenzimaQ10 y los antioxidantes (como la vitamina E y el selenio), que pueden mejorar la salud reproductiva tanto en mujeres como en hombres. Sin embargo, es recomendable consultar con un médico antes de iniciar cualquier suplemento.

¿Cuándo hay que consultar con un especialista?

Si tras un año de intentos no se ha logrado el embarazo, se recomienda buscar ayuda médica. En el caso de mujeres mayores de 35 años, se sugiere consultar a un especialista en fertilidad si después de seis meses de intentarlo no ha logrado quedarse embarazada. Existen tratamientos y evaluaciones que pueden identificar posibles problemas de fertilidad en uno o ambos miembros de la pareja, y proporcionar soluciones como la inseminación artificial, la fertilización in vitro (FIV), o tratamientos hormonales.

Puedes pedir cita en uno de nuestros centros y estaremos encantados de asesorarte.