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Llegó el momento de descubrir si estamos o no embarazadas. Ya sea porque estamos buscando el embarazo de forma natural o a través de un tratamiento de reproducción asistida. Es importante que conozcas cómo funcionan los test de embarazo, cuál es la manera correcta de hacerlos y qué fiabilidad tienen.
¿Cuándo realizar un test de embarazo?
La respuesta depende de varios factores, pero, principalmente, el mejor momento para hacerlo estará determinado por el tipo de test que vayamos a utilizar y, en el caso de búsqueda de embarazo de forma natural, del ciclo menstrual de la mujer.
La mayoría de los test de embarazo que existen el mercado están diseñados para detectar la presencia de la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG) en la orina. Esta hormona es producida por el cuerpo después de la implantación del óvulo fecundado en el útero, lo que generalmente ocurre alrededor de 6 a 12 días después de la ovulación.
Hoy en día, existen test de embarazo de alta sensibilidad, con los que es posible detectar niveles bajos de hCG antes de la fecha prevista para tu período menstrual, incluso unos 7 o 10 días después de la ovulación. Sin embargo, la precisión de estos resultados puede variar, y es posible obtener un falso negativo si se realiza demasiado pronto. Por lo tanto, si el resultado ha sido negativo, pero aún tienes sospechas de que puedas estar embarazada, es recomendable repetir la prueba unos días después o esperar hasta la fecha de tu período menstrual para obtener un resultado más confiable.
Por norma general, se recomienda esperar hasta el día en el que debería llegar el periodo menstrual, y, en el caso de que estés en tratamiento de reproducción asistida, no hacerlo hasta que no hayan transcurrido unos 14-15 días desde la transferencia embrionaria o la inseminación artificial.
En cualquier caso, lo mejor siempre es hablar con un profesional de la salud si tienes preguntas o dudas sobre el momento adecuado para realizar la prueba, para que el resultado sea lo más fiable posible y no crear falsas expectativas.
Tipos de test de embarazo
Existen diferentes tipos de test de embarazo en el mercado, cada uno con sus propias especificaciones y niveles de sensibilidad. Aquí te explicamos las características de cada uno de ellos:
Test de embarazo de orina
Este es el tipo más común y sencillo de usar. Está diseñado para detectar la presencia de la hormona hCG en la orina. Estas pruebas suelen venir en forma de tiras reactivas o dispositivos de plástico con una ventana donde aparece el resultado. Algunos pueden ofrecer resultados en tan solo unos minutos, mientras que otros pueden requerir un poco más de tiempo.
La mayoría de los fabricantes recomiendan realizarlo a partir del primer día de retraso menstrual. Aunque algunos tests prometen resultados más tempranos, la precisión puede variar en función de la sensibilidad y de la concentración de hCG en la orina.
En general, los test de orina son altamente confiables si se usan correctamente, y en especial después del retraso menstrual.
Test de embarazo digital
Este tipo de prueba también detecta la presencia de hCG en la orina, pero en lugar de mostrar líneas o signos, ofrecen un resultado claro en palabras, tales como «embarazada» o «no embarazada». Son más fáciles de leer y pueden ser menos propensos a errores de interpretación. Por contra, tienden a ser un poco más costosos que los test de embarazo tradicionales.
Test de embarazo de sangre
Nos referimos a las pruebas que tienen que realizarse un laboratorio y requieren una muestra de sangre. Son mucho más sensibles que los test de orina y pueden detectar niveles muy bajos de hCG. Sin embargo, su principal inconveniente es que no ofrecen resultados instantáneos y necesitas acudir a un centro médico para que lo realicen.
Consejos para realizar la prueba en casa:
1. Elige el momento adecuado:
La concentración de la hormona hCG en la orina aumenta con el tiempo después de la concepción. Para obtener resultados más precisos, es recomendable realizar la prueba por la mañana, ya que la primera orina del día suele contener la concentración más alta de hCG.
2. Lee bien las instrucciones:
Cada prueba puede tener instrucciones ligeramente diferentes, por ello es importante leer y seguir las indicaciones del fabricante con atención. Esto incluye el tiempo necesario para esperar los resultados y cualquier paso adicional que debas seguir.
3. Prepara el área de trabajo:
Antes de comenzar el test de embarazo, asegúrate de tener un área limpia y plana donde puedas realizar la prueba sin interrupciones. Ten a mano también un reloj para controlar el tiempo de espera y un recipiente limpio para recoger la muestra de orina si es necesario.
4. Recoge la muestra de orina:
Si el test requiere que recojas una muestra de orina en un recipiente, asegúrate de utilizar uno limpio y seco. No toques el interior del recipiente para evitar contaminaciones que puedan afectar los resultados.
5. Controla el tiempo de espera:
Una vez que hayas realizado el test, establece un temporizador según las instrucciones del fabricante y espera el tiempo especificado antes de leer los resultados. No dejes el test por más tiempo del indicado, ya que esto podría afectar la interpretación de los resultados.
6. Interpreta los resultados con cautela:
Una vez transcurrido el tiempo de espera, lee los resultados según las indicaciones del fabricante. Sin embargo, es importante recordar que un resultado negativo no es definitivo si se realiza demasiado pronto, y puede ser necesario repetir la prueba después de unos días si tienes sospechas de embarazo.
¿Cuál elegir?
Al elegir un test de embarazo, es importante tener en cuenta factores como la sensibilidad, la facilidad de uso, la rapidez de los resultados y, por supuesto, tu presupuesto. Es fundamental seguir siempre las instrucciones del fabricante y, en cualquier caso, recuerda que es posible que se necesite realizar un segundo test para confirmar los resultados.
Recuerda que si tienes dudas lo mejor siempre será consultar con un profesional que podrá aclarar todas tus dudas sobre el tipo de prueba más adecuado para ti o la fiabilidad del resultado que hayas obtenido.
