Vamos a intentar desglosar cuáles son los principales trastornos o enfermedades que impiden el embarazo. Aproximadamente, entre el 15 y 20% de las parejas en edad reproductiva tienen problemas para tener hijos. Por tanto, es probable que una de cada cinco parejas tenga que recurrir a técnicas de reproducción asistida.
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Toggle¿Qué trastornos o afecciones influyen en la fertilidad?
Se estima que en el 30% de los casos de infertilidad, el problema está en la mujer, en otro 30% en el hombre, un 20% en ambos y en el 20% restante se debe a causas desconocidas. La edad es el principal factor femenina de infertilidad, pero las mujeres jóvenes también pueden tener problemas para concebir o para llevar a término un embarazo, debido a otras causas que intentaremos explicar en este artículo.
Estas son algunas de las enfermedades que impiden el embarazo y que se presentan de forma más frecuente en las mujeres:
- Síndrome de ovarios poliquísticos (SOP)
- Fallo ovárico prematuro (FOP)
- Hiperprolactinemia
- Alteración de la función tiroidea.
- Endometriosis.
Síndrome de ovario Poliquístico
El Síndrome de Ovario Poliquístico o SOP es la alteración endocrinológica más frecuente en la mujer, ya que afecta casi al 10% de las mujeres en edad reproductiva y es una de las enfermedades que impiden el embarazo o, al menos, pueden dificultarlo.
En estas mujeres, los ovarios fabrican mayor cantidad de andrógenos y esto interfiere en el desarrollo y la liberación del óvulo. Por ello, estas mujeres pueden no ovular y de esta forma, suelen tener reglas irregulares -opsomenorrea- o incluso ausencia de menstruación -amenorrea-.
Además del problema de fertilidad, estas mujeres suelen tener una mayor tendencia a la obesidad, exceso de vello corporal y acné. Sin un tratamiento adecuado, son mujeres más propensas a diabetes, cardiopatía, hipertensión y carcinoma de endometrio en el futuro.
En una paciente con sobrepeso, la recomendación inicial es perder peso. A veces, sólo con esto se consiguen restaurar las concentraciones hormonales y regularizar las reglas.
La metformina, un medicamento para la diabetes, puede reducir la concentración de la insulina en sangre y la concentración de andrógenos, lo que puede contribuir a regularizar el ciclo menstrual.
En el caso de que no se regulase el ciclo o no llegue el embarazo es necesario emplear fármacos inductores de la ovulación, como el citrato de clomifeno para conseguir embarazo. Y en pacientes en las que fallan las medidas anteriores, tendremos que recurrir a inseminaciones con estimulación ovárica hormonal.
No obstante, es recomendable estudiar el factor masculino antes de cualquier tratamiento de fertilidad para valorar el caso en su conjunto.
Fallo ovárico Prematuro
El fallo ovárico prematuro o menopausia precoz consiste en un cese de la actividad ovárica antes de los 40 años, es decir, casi 10 años antes que la mayoría de las mujeres. Esta condición se incluye dentro de las enfermedades que impiden el embarazo.
Es relativamente frecuente, afectando a 1 de cada 100 mujeres en edad fértil.
Además de provocar la ausencia de reglas, produce una disminución de los estrógenos, lo que aumenta el riesgo de osteoporosis.
Puede tener dos causas:
Agotamiento de los óvulos que tiene el ovario.
Cada mujer nace con una dotación de óvulos diferente, que es menor en algunos defectos genéticos como el síndrome de Turner o el síndrome del cromosoma X frágil. Hay tratamientos que reducen la reserva ovárica como la quimio o la radioterapia, las cirugías en las que se extirpa parte o todo el ovario y la enfermedad pélvica inflamatoria.
El ovario tiene óvulos, pero éstos no responden a los estímulos hormonales mensuales.
La manifestación más frecuente es la ausencia de reglas y las reglas irregulares y baches amenorreicos. Las mujeres pueden presentar síntomas por el déficit estrogénico como sofocos, sudores nocturnos, insomnio, disminución de la libido y sequedad vaginal.
En la actualidad, no hay ningún tratamiento con evidencia demostrada para restaurar el funcionamiento de los ovarios y estas mujeres necesitan recurrir a una donación de ovocitos para ser madres.
En algunos casos en la que la mujer todavía tiene una baja reserva ovárica, es posible realizar un ciclo de fecundación in vitro.
Hiperprolactemia o prolactina alta
La prolactina es una hormona que se sintetiza en la hipófisis, una glándula que tenemos a nivel de la base del cerebro. Su función principal es la producción de leche tras el parto, pero también afecta el nivel de hormonas sexuales tanto en mujeres como hombres.
La hiperprolactinemia implica niveles altos de prolactina en la sangre y la causa más frecuente es el prolactinoma, un tumor benigno de la hipófisis. Si este tumor es de mayor tamaño también puede causar problemas visuales y dolor de cabeza.
También pueden producirla algunos medicamentos de uso común, como algunos para la hipertensión, la depresión, la acidez gástrica… Y en muchos casos, no se encuentra causa al aumento de prolactina. En cualquier caso, suele considerarse como una de las enfermedades que impiden el embarazo.
La hiperprolactinemia puede causar reglas irregulares, secreción de leche, disminución de la libido, y en los hombres impotencia y aumento del pecho.
El tratamiento debe ser individualizado según la causa y las manifestaciones clínicas. La bromocriptina y cabergolina suele restablecer los niveles prolactina en la mayoría de los casos.
Alteración de la función tiroidea
Las hormonas tiroideas interactúan con las hormonas reproductivas para preservar el funcionamiento normal de los ovarios y la maduración de los óvulos.
Si se producen en exceso (hipertiroidismo) o en defecto (hipotiroidismo) pueden producir problemas de fertilidad como trastornos de la ovulación, reglas irregulares o abortos. En este sentido, podemos diferenciar:
Hipotiroidismo
Muy prevalente en mujeres en edad fértil. Puede producir reglas irregulares o ausencia de regla. También fatiga, aumento de peso, caída del cabello, aumento de la sensibilidad al frío…
Hipertiroidismo
Puede producir debilidad, taquicardia, pérdida de peso, aumento de la sensibilidad al calor….
Las hormonas tiroideas deben ser estudiadas en profundidad, debido a que valores que habitualmente son normales pueden ser subóptimos para conseguir un embarazo.
Endometriosis
La endometriosis, aunque es de carácter benigno, es otra de las enfermedades que impiden el embarazo. Consiste en el crecimiento de tejido endometrial, propio del útero, fuera de este órgano. Lo más frecuente es que aparezca en los ovarios y en la cavidad abdominal.
Los estudios demuestran que entre el 25% y el 50% de las mujeres estériles tiene endometriosis y que entre el 30% y el 40% de las mujeres con endometriosis tiene problemas para quedarse embarazada.
Se desconoce la causa exacta de la esterilidad en las mujeres con endometriosis. Algunas pueden sufrir obstrucción de las trompas, o presentar una reserva de ovocitos disminuida o un empeoramiento de la calidad de los mismos. También se han asociado problemas de implantación del embrión.
El tratamiento debe ser individualizado según la afectación y los síntomas de cada mujer. Desde el punto de vista reproductivo, la técnica de elección es la fecundación in vitro.
¿Cómo saber si tengo alguna de las enfermedades que impiden el embarazo?
Estas enfermedades que afectan a la fertilidad son de fácil diagnóstico y se detectan en las pruebas que se realizan en el estudio básico de fertilidad. Por ello, recomendamos acudir a un especialista en el caso de que haya dudas sobre la posibilidad de tener alguna de estas patologías u otras enfermedades que afecten a la fertilidad. Es imprescindible realizar un estudio completo para conocer el pronóstico en cada caso y optar por el mejor tratamiento.
Si necesitas la valoración del especialista podemos darte una cita en alguno de nuestros centros.